Un año natural ha sido profeta en su tierra. Hugo Rodríguez llegaba la pasada campaña procedente de La Hoya, donde estaba siendo una de las sensaciones del grupo IV. Ilusionado como niño con zapatos nuevos, el gaditano y cadista tuvo un rol de suplente con Claudio, aunque cumplía siempre que el técnico valenciano lo requería. Pero como pudo verse en el playoff, era jugador de segunda fila para Claudio.
En esta campaña estaba llamado a llegar más lejos, pero tras un inicio prometedor, se desinfló. Claudio lo mandó a la grada todo un mes por su rendimiento, y aunque lo habría de recuperar para el tramo final de año, no terminaría de despegar. Así que cuando llega el mercado invernal, pocos se extrañaron de ver su nombre anunciado como una de las bajas.
Se marcha al Pontevedra, con una opción de que el club lo recupere para la próxima campaña