A falta de pan, buenas son tortas. La temporada del Cádiz es tan triste que hay que celebrar un punto conseguido en Burgos, de aquella manera, por los resultados que de nuevo acumularon Zaragoza y sobre todo Eldense, que ambos perdieron sus respectivos encuentros. Solo eso permite al Cádiz seguir con la cabeza fuera del agua, porque si por resultados propio fuera...son ya cinco jornadas sin conocer la victoria. Así pues, se sacó un punto más de ventaja sobre el descenso a 1RFEF, mientras que queda una jornada menos, ya no solo para salvar la permanencia, sino sobre todo para dejar de ver los pobres espectáculos a los que estamos presenciando.
En favor de los jugadores que salieron ayer a El Plantío, hay que darles el hecho de que no paró de llover ni un solo segundo en los 90 minutos, y que el terreno ya empezó pesadísimo, y fue lógicamente empeorando según avanzaba el reloj. Se adaptaron mejor los locales, que acumularon las primeras ocasiones en el primer cuarto de hora. David González y Fer Niño inauguraron el capítulo de oportunidades.
No ocurrió mucho en el primer cuarto de partido. Fue ese tiempo el que tardó el Cádiz en pisar por primera vez el área rival, cuando Climent habilitó a De La Rosa que consiguió encarar al meta rival que desbarató su disparo, favoreciéndole el rechace, pero el onubense no pudo conectar con el cuero para cederlo a dos compañeros que esperaban ya sin portero. El primer acto continuó sin que pasaran grandes cosas, con los futbolsitas de uno y otro equipo apañandoselas para no resbalarse, no siempre consiguiéndolo.
Cuando parecía que el 0-0 al descanso era inevitable, llegaron los goles. En el primer corner de que disfrutaba el Cádiz, Chris Ramos peinaba levemete para despistar a zaga y portero, aprovechando Sobrino para cazar el balón y enviarlo al fondo de las mallas. Un gol que debería haber tenido un efecto psicológico importante y haber condicionado la segunda parte, pero que solo duró apenas unos minutos como ventaja momentánea. En el minuto de descuento, un centro en el que se tiró mal el fuera de juego Marcelo Expósito aprovechaba para rematar a placer tras quedarse sin oposición ninguna. Tremenda ocasión desaprovechada.
En el segundo tiempo, el dominio lo agarró por completo el cuadro blanquinegro. El Cádiz se tuvo que multiplicar en defensa (donde Kovaceciv estuvo imperial), mientras que los de Ramis eran los que mandaban buscando penetraciones por ambas bandas. Tuvo Garitano que empezar con los cambios porque el terreno de juego se empezaba a inclinar dramáticamente hacia la portería de David Gil. Ingresaron Matos y Ontiveros para empezar a mover la coctelera.
Fue el menudo lateral reconvertido a extremo (y que fue muy ovacionado por su antigua afición) el que a punto estuvo de hacer daño en el minuto 65 cuando un centro de Sobrino le dejaba totalmente solo pero un enorme charco se tragaba el balón cuando el malagueño solo habría tenido que empujar sin portero. Pero aquello fue solo un espejismo. Poco después, en el minuto 72, David González cazaba un balón de un pésimo saque de Gil, y avanzaba sin que nadie le quitara la pelota (especialmente sangrante la pasividad de Iza) y terminaba colando el cuero por el palo del portero.
Se ponía feísimo el duelo para los visitantes, y el técnico cadista terminó de jugarse sus cartas dando entada a Roger, Zaldua y Escalante. Fue el delantero levantino el que salvaría el empate, cuando peor pintaba todo. El charco que antes le quitó el gol a Matos ahora sirvió de asistencia a Roger (tras el disparo de Climent), dejando el balón franco para que el pequeño delantero cadista solo tuviera que darla con el interior para hacer el 2-2.
El empate espoleó a los amarillos que se animaron en los últimos minutos pero el marcador ya no se movería más.
Foto: cadizcf.com