04 de febrero de 2024
Ficha en la web:
Un empate a valorar en un campo difícil, si no fuera porque ya se acumula una vuelta entera sin ganar, y al final los rivales, por pura probabilidad y casi con desgana, terminan ganando partidos y se empiezan a distanciar. El Cádiz ha mejorado de forma indiscutible y evidente en defensa, pero continúa con una sequía goleadora (un gol, y de penalti, en los últimos seis partidos es un bagaje incompatible con la vida) que si no mejora, se convertirá en la tumba de este equipo.
Podemos decir que con Pellegrino, el Cádiz ha vuelto al "cerverismo". Esto es, amarrarse muy bien atrás, hacer como que no pasa nada, pero estar muy atentos en la presión y salida de balón para aprovechar el momento en el que rival se despiste o relaje. Al técnico valenciano le salía a las mil maravillas, vamos a ver como lo lleva el actual entrenador argentino. De momento, la consigna es clara: cero riesgo en defensa, balón en largo siempre arriba buscando a Chris Ramos, y a partir de ahí, empezamos a hablar.
Tuvo un inicio complicado el conjunto cadista hoy en La Cerámica, como es de esperar cuando se juega de visitante y enfrente tienes un equipo chutado de moral tras asaltar al Barcelona en su casa por un espectacular 3-5. A pesar de las notables bajas de Fali y Alcaraz (fundamentales en el esquema defensivo), los reemplazos, sobre todo por parte de Meré y Chust, cumplieron más que de sobra y los visitantes pudieron aguantar ese arreón del comienzo. Y si no, ahí está Ledesma, que nunca decepciona, y que en el minuto 4 le hacía la primera parada a Comesaña.
Fueron cayendo los minutos...y pues eso, de lo que parecía que iba camino a convertirse en una apacible siesta, aparece primero Iván Alejo en el minuto 19 para encontrarse un balón muerto tras tocar en un defensa, que el vallisoletano no pudo dirigir a puerta cuando tenía mucho espacio para marcar. Un cabezazo de Chris Ramos y un tiro mordido desde fuera del área de Robert Navarro fueron los siguientes avisos. Aunque ninguno tan claro como el que tuvo el delantero gaditano en el minuto 33, en el que recibió un pase en profundidad que le dejaba solo. Pero otra vez le quedó el balón en su zurda, y su disparo fue manso a las manos de Jorgensen. Necesitamos que Ramos afine su juego con la pierna menos buena porque son ya varias ocasiones las que marra por no saber apañarse.
Tras el descanso, los cambios introducidos por Marcelino, que dio entrada a Morales y Guedes (ya que no le gustaba lo que estaba viendo), hicieron que el césped se fuera inclinando hacia la portería de Ledesma. El Cádiz volvió a demostrar porque es el peor equipo de la liga en las segundas partes, aunque esta vez se cosió bien y supo sufrir para, al menos, no encajar. Pero ya no veríamos más ocasiones visitantes dignas de reseñar. No así en el cuadro local, que cada vez jugaba y combinaba más y más cerca, primero en la medular, luego en tres cuartos, y al final terminó triangulando en el mismo área.
Alex Baena se convirtió en una pesadilla para los defensas cadistas, que tenían que achicar balones por doquier. Corners aquí y allá, contragolpes con mucho peligro, pero unas veces la pericia en defensa de los nuestros, y otras la falta de concreción en el último metro del rival permitieron que se llegara al pitido final con el mismo resultado que había cuando sonó el silbato 90 minutos antes. Bien.
Pero dos horas después, el Celta ganaba en Pamplona. Ya no nos van a valer más estos empates. Esta sangría de no ganar tiene que terminar si queremos tener alguna posibilidad.
Foto: cadizcf.com