01 de octubre de 2022
Ficha en la web:
Suma el Cádiz un punto de enorme valor, si tenemos en cuenta la enorme entidad del rival que teníamos enfrente. Una de las mejores plantillas de la categoría, plagada de nombres estelares como Alex Baena, Rulli, Chukwueze, Morales, Parejo, Lo Celso, Coquelin, Danjuma...el derroche de calidad de los visitantes daba miedo. Pero el Cádiz pudo resistir y por momentos les pudo dar un susto todavía mayor.
El punto se sustentó, una vez más, en una actuación estelar de Conan Ledesma. En una primera parte que dejó momentos dramáticos por los continuos fallos de la zaga cadista, que dejaba balones francos a los atacantes rivales (como si no fueran suficientemente buenos de por sí), que milagrosamente no aprovechaban. Lo Celso (que tuvo la más clara) o Jackson dejaron escapar ocasiones clamorosas, la mitad de ellas abortadas por un Ledesma inmenso, y que arreglaba los desaguisados que montaban sus compañeros de la siguiente línea.
Pero para sorpresa de unos y otros, el árbitro señalaba el camino a los vestuarios para el descanso y el Cádiz seguía vivo, con el marcador sin moverse.
En la segunda parte, tras un inicio dubitativo de ambos conjuntos, Sergio González hizo tres cambios de golpe que fueron clave y que hay que apuntar en el debe del técnico, que propulsó a los suyos, metiendo a Choco Lozano, Alex Fernández y Lucas Pérez. El hondureño le metió una velocidad más al ataque cadista, convirtiéndose en una pesadilla incontenible para los zagueros castellonenses, mientras que el mediapunta madrileño aumentó la consistencia de la medular, reduciendo los errores no forzados.
De repente el Cádiz empezaba a llegar y a generar ocasiones, algunas de ellas muy claras, como la que erraba Lucas Pérez. La entrada de Jose Mari terminó de confirmar la mejoría amarilla, que dio dos pasos adelante y jugó en el campo del conjunto de Emery. Sobrino, Lucas y sobre todo el Choco (que tuvo la más clara, en una escapada en la que dobló a su par) tuvieron en sus botas el gol que habría puesto boca abajo el Nuevo Mirandilla.
En el último suspiro el Villarreal tuvo una ocasión agónica para llevarse el partido, en una falta al borde del área (que le costó la expulsión a Iza, que evitó así el gol de los visitantes) que Parejo estrelló en la barrera. Hubiera sido un castigo muy cruel.
Al final un punto que hay que dar por bueno (porque al descanso bien se podría haber visto un 0-2) y que confirma, en su segunda mitad, una mejoría incuestionable que necesitamos consolidar para empezar a soñar con otro milagro.
Foto: cadizcf.com