10 de septiembre de 2022
Ficha en la web:
Evidentemente no estamos comparando lo que pasó en la grada con lo que pasó en el terreno de juego. Damos el día más que por bueno sabiendo que la persona que sufrió un infarto en fondo sur, cuando quedaban diez minutos de partido (circunstancia que obviamente obligó a detener el juego durante tres cuartos de hora). Partiendo de esa base, el drama del Cádiz continúa en el césped, y no tiene pinta de arreglarse.
El resultado, el juego, ...incluso el saque de honor hecho por la leyenda más grande del cadismo, Mágico González, todo quedó ensombrecido por los agónicos minutos que se vivieron en el estadio, cuando de repente se empezó a dar la alamar desde el sector del público que estaba detrás de Ledesma. Las caras de los protagonistas y el silencio abismal del estadio hablaban por sí solos.
En lo deportivo, nadie esperaba como es lógico que el Cádiz arreglara sus problemas contra un todopoderoso Barcelona vitaminado hasta arriba con sus grandísimos jugadores conseguidos a base de palancas, pero duele ver como los males amarillos se siguen perpetúando, prometiendo una temporada durísima. Los locales aguantaron de forma bastante correcta la primera parte, pero en la segunda naufragaron como decía la lógica. Lo que preocupa a cualquiera es comprobar otra semana más como este equipo tiene cero argumentos ofensivos para hacer daño. Ter Stegen volvió a ser un espectador de lujo, sin que éste tuviera que realizar ninguna parada (ni fácil ni difícil). Nada.
No hay ningún jugador hoy por hoy en el plantel que sea capaz de desbordar y generar una situación de peligro. Y parece que el primer gol solo lo veremos a balón parado. Eso lo deja todo a la suerte de mantener nuestra portería a cero, cosa que aún no ha ocurrido tampoco. El drama en la grada afortundamente no se consumó, el del campo, se va construyendo jornada tras jornada.
Foto: Diario de Cádiz