Si el Cádiz no ha ganado hoy en Getafe, no lo hará nunca. Mejor no ir más y no tener que aguantar a un club y afición que no se merecen nuestra visita.
Porque el equipo de Cervera hoy fue valiente, se echó arriba y una otra vez, se repuso dos veces a un marcador adverso y tuvo al conjunto local contra las cuerdas. Pero es verdad que siendo críticos, fue también víctima de muchos errores en defensa (increíble ver falta de contudencia en gente como Aridane), en ataque (Salvi vuelve a darle razones a Cervera para no ponerlo fallarlo goles cantados) y para terminar, el árbitro no estuvo fino en momentos puntuales.
La derrota no tiene que impedir ver el bosque. El Cádiz recita ya su alineación de memoria y juega de tú a tú a cualquiera y sin miedo. Hay que mantener el mismo bloque y la misma idea, y olvidar esta derrota tan cruel como inmerecida. El playoff nos espera.