Hacía varios días que el club esperaba la respuesta del Eibar, club de procedencia del último fichaje amarillo, y finalmente, ésta llegó y fue positiva.
Ante la falta de interés de los clubes de Segunda, el club armero, recién ascendido a Primera, accedía a ceder a Arregi, una de sus jóvenes promesas de su prolífica cantera (mucho tenemos que aprender de un club como el vasco, que ha basado su éxito de llegar a la máxima categoría en jugadores mayoritoriamente formados en sus modestos escalafones inferiores) al propio Cádiz, al que espera ayudar a recuperar su sitio en el fútbol profesional.
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