Centrocampista de corte defensivo criado en la cantera cadista. Luchados infatigable y correoso, brega en el barro, en los bajos fondos del partido, para que el contrario no pueda hacer daño, impidiéndole progresar. No obstante, también destaca en la faceta ofensiva, ya que Javi se incorpora con facilidad. No hay más que ver sus cifras de goles año tras año, goles que consigue casi siempre llegando desde atrás.

Cuando mejores maneras apuntaba, una jugada desafortunada en Granada, al recibir la entrada del portero rival, se rompe los ligamentos de la rodilla, lesión que le mantendría fuera de los terrenos de juego casi un año y que cortó de raíz su progresión.

Cuando el Cádiz sube a Segunda deja de tener sitio, y comienza su periplo siguiendo a Carlos Orúe, que fue quién le dio la alternativa, y que gusta mucho de su trabajo y sudor en la medular.