Jugador que llega ya provocando algunas dudas, y es que venía de un bienio horrendo en el Tenerife (sólo siete partidos en dos años) para pasar luego al filial del Rayo Vallecano en Segunda B (en el que recala con casi 24 años). Aún así, parece, por lo que se puede ver en pretemporada, que parte como titular en el lateral derecho.

En la segunda jornada empieza ya a provocar dudas: a los veinte minutos de juego provoca un penalti tonto que además le cuesta la expulsión. Aquello le costó estar casi diez jornadas alejado del once inicial, pues Monteagudo empezaba a no verlo claro con él. Moke, en principio centrocampista, se adapta enseguida al puesto diestro de la zaga, desplazando al madrileño.

En diciembre, con la apertura del mercado invernal, Aitor tiene pie y medio fuera del Cádiz. Desaparece por completo de las convocatorias, y su nombre sale día tras día en la prensa como inminente baja para hacer hueco a los fichajes que han de revertir la pésima situación. Pero la ausencia de ofertas, y la salida de otros compañeros de forma más rápida, hacen que se llegue al 31 de enero sin solución para su caso. Con el mercado cerrado y teniendo que "comerse" al jugador hasta junio, Agné va poco a poco revisando sus percepciones sobre Aitor, que comienza, sorprendentemente, a entrar de nuevo en el equipo.

El jugador pone la directa, y termina siendo otra vez titular, ahora en la otra banda, ante los problemas físicos de Tomás. De hecho, entre la jornada 26 y la 28, sólo se pierde un partido, y el resto, los disputa completos (salvo el de la derrota en casa frente al Albacete).

Esto hace pensar que el jugador se puede quedar para la campaña siguiente, pero finalmente el club no lo renueva.

Foto: portalcadista.com