Con grandes ilusiones por el viaje a San Sebastián, y unas pocas menos ante el desenlace del partido, la Peña 1910 tomó rumbo de nuevo a Euskadi para disfrutar de un gran fin de semana. Grata sorpresa la que nos dio el Cádiz el domingo, en un partido en el que disfrutamos mucho con el equipo (visto lo visto esta temporada...) y con el que con un poquito más de suerte los 3 puntos hubieran sido para los amarillos, pero en fin, después de todo tampoco es tan malo el puntito que se sacó en Anoeta.

Pero empecemos por el principio; después de pasar un par de horitas esperando a Chele (um, qué raro!), el mismo, los primos, Manolo y yo, partimos el viernes por la tarde dirección norte. Después de una corta sesión de unas 4 o 5 horas seguidas escuchando a los Maiden, llegamos sin incidencias a San Sebastián. No nos entretuvimos demasiado en dejar las mochilas en la pensión y demás, ya que estábamos ansiosos por comenzar la ruta de pintxos por la parte vieja (algunos no habíamos merendado sandwich de pavo y claro, el hambre arreciaba). Así que empezamos por el Egosari y sus famosas brochetas, y seguimos la ronda por algún sitio más hasta que tuvimos suficiente y nos sentimos con las energías suficientes como para emprender la ruta metalera donostiarra. Sin duda, el galardonado como mejor garito heavy de San Sebastián fue el Minuto y Medio, con estupendo repertorio, aunque desde aquí les recomendamos que lo amplíen un poquito, que eso de repetir las canciones de una noche a otra no está nada bien!! Unos cuantos garitos, unos kalimotxos, y a acostarnos no muy tarde que al día siguiente queremos visitar la ciudad.



Así que con esas nos levantamos el sábado aprovechando que, aunque se había anunciado agua, el tiempo nos permitía pasear cómodamente (hasta había algún colgao que otro bañándose en La Concha!!). Ains, qué bonito San Sebastián...Paseando por el puerto descubrimos una tienda de souvenirs en la que vendían txapelas con el escudo del Cádiz!! (bueno, también las había de muchos otros equipos...), y los dueños del negocio tuvieron que hacer el agosto, porque el domingo en el estadio, si no se vieron unas 100 txapelas del Cádiz no se vio ninguna...Fue entonces cuando se unió a la expedición el gran Urce (también conocido como "Urse" o "Milagro Evolutivo"), así que como ya estábamos todos, a comer pintxos de nuevo!! Después de mil cervezas y cientos de pintxos, fuimos a la concentración cadista que habían convocado la peña de "Los Pixa" en Ermua. Desde aquí les mandamos un saludito y todo el agradecimiento del mundo por ser tan buena gente y darnos tan buena acogida. Abarrotamos el local de la peña y echamos un buen rato compartiendo la tarde con todos los cadistas allí reunidos.
A destacar:
1.) lo rico que estaba el marmitako
2.) gran repertorio chirigotero por parte de algunos aficionados (¿cuántas horas seguidas puede estar uno cantando carnaval?)
3.) triunfo total de la txapela personalizada del Urce.



Después de pasar la tarde en Ermúa, regresamos a Donosti, no porque hubiera prisa, pero ya que ponían fútbol por La Sexta...Y aunque estábamos un poco hinchados después de la merendola de Los Pixa, aún había sitio para una par de pintxos más para acompañar a las cervezas. Tras esto, a disfrutar de nuevo de la noche donostiarra. El sábado, mucha más gente que el viernes. Directamente empezamos por el Minuto y Medio, seguido por el Txiki, para llegar al Black Pachá, que el viernes nos quedamos sin llegar a conocerlo y no queríamos dejar de hacerlo (gracias desde aquí al pollo ese que nos invitó a una ronda "desinteresadamente"...). Como para algunos el día había sido ya demasiado largo y estábamos muy cansados, la expedición se dividió entre los que nos fuimos a dormir y los que continuaron hasta que no quedó ni un sólo garito abierto en toda la ciudad se qué tal lo pasaría la mitad que se quedó, pero a juzgar por cómo estaban a la mañana siguiente, y por la sesión fotográfica que hubo al llegar a la pensión, intuimos que no tuvo que estar nada mal.



Amanecido el domingo, abandonamos la pensión y a nuestra amable patrona y dónde fuimos, pues a tomar unos pintxos! Cabe señalar la enorme diferencia de cuerpo y ánimo que había entre los que nos fuimos prontito a dormir y los que no, pero poco a poco la cosa fue mejorando para todos excepto para Chele, al que no pudimos recuperar ya para el resto de la jornada. Hasta el tapón ya de comer pintxos (yo al final ya me pedí un caldito porque no podía más), visitamos un par de cosas que nos quedaban pendientes: el Peine de los Vientos y la vista desde el monte Igueldo. Impresionante el temporal de olas que sufrimos desde el Peine, un poco más y nos arrastran las olas hasta Cuba...Y la vista desde el Castillo del Igueldo, impresionante, preciosa.



Y ya por fin, un poco caladitos hay que decir, vamos rumbo a Anoeta. Gracias a Los Pixa, Guan de Kanuto Sur y una anónima cadista por ayudarnos con las entradas que, tras los excesos del fin de semana, ahorrarnos esos 30 eurazos por barba nos vino realmente bien. Y ya dentro del estadio, desenfreno cadista. Yo, cada vez veo más afición y más gente que viaja a los desplazamientos. Así da gusto. Del partido, lo dicho al principio, una muy buena impresión respecto a lo que hemos visto en otros partidos, aunque falta un poco de acierto de cara al gol. Pena de oportunidades, esos 3 puntitos fuera de casa ante un rival más que complicado hubieran venido estupendamente, pero quedémonos con lo positivo, a ver si el partido sirve para dar nuevos ánimos al equipo. Detalles técnicos de jugadores y lances del juego, los dejo en manos de otros; lo sentimos, si le toca a Merche hacer la crónica, es lo que hay...De la afición donostiarra hay que decir que en general nos trataron con cariño durante todo el fin de semana, pero se nota que están un poco cansados con la situación del equipo, porque algún pito a la Real durante el partido sí que oímos.



Y cansados pero muy contentos por el desarrollo del fin de semana, de vuelta a los madriles. Nos despedimos de Urce hasta la siguiente - que nos reconoció que una vez sobrio no le parecemos tan majos :-) - y al coche. Con 3 kilos más por cabeza, pero contentos. Chele, ausente durante toda la vuelta; confiemos en que esté ya recuperado. Casi llegando a Madrid nos encontramos con un control de la Policía Nacional en el que Sergio corría peligro después de haber intercambiado su bufanda con un seguidor de la Real, pero afortunadamente al final se libró. Y que no se me olvide decir lo mucho que echamos de menos a Maite!! Sobretodo yo, que me dejó sola con todos los cabrestros! El siguiente: Granada?? quién sabe, estaremos preparados.

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Merche