¡Cómo pasa el tiempo! Desde aquel lejano 2005 donde jugábamos en primera división, han pasado, ¡nada menos!, que nueve temporadas, llenas de alegrías, pocas, y tristezas, las más. Pero inagotables al desaliento, hemos seguido al Cádiz C.F., en primera, segunda o en este pozo abisal que es la segunda B, lugar del que tenemos que salir cuanto antes.

Dentro de los campos de esta categoría, me apetecía especialmente visitar el Nuevo Mirador de Algeciras por varios motivos; estadio coqueto y muy digno para un conjunto que ha tenido tiempos mucho peores, y mejores, ya que le recuerdo empatando en Vallecas contra el Rayo hace unos cuantos años en la división de plata, y además el morbo añadido de ser un derby bastante caliente. La propuesta de la directiva de regalar el viaje en autobús fue el argumento decisivo para emprender el desplazamiento.

Salíamos de Cádiz a las 12 de la mañana, estando previsto el inicio del encuentro a las cinco de la tarde, así que había quedado con un amigo, hincha y abonado del Algeciras, para comer por la capital del Campo de Gibraltar. Pero el hombre propone y Dios dispone… o en éste caso la Subdelegación del Gobierno, declarando el partido de alto riesgo y dejándonos varados y a nuestra suerte en el hotel La Palmosa, en Alcalá de los Gazules durante más de dos horas y sin previo aviso. Así que, mi gozo en un pozo y aproveché para comer algo y cargar el móvil, para ilustrar esta crónica con algunas fotos del partido. Llamé para disculparme y decir que nos encontraríamos en la entrada del partido. Pero tampoco, pues pasamos del autobús a la taquilla y de ahí a nuestra ubicación en Fondo Norte, custodiado por los Cuerpos de Seguridad del Estado, evitando todo contacto con la hinchada local, y sobre todo con los Ultras de la Curva Sur, que no pararon de insultar, como por otro lado se preveía. Mientras no pase de ahí es parte de la salsa del fútbol.

Así que elegido asiento, esperamos más de una hora el inicio de la contienda. ¡Qué extraño todo. En la última crónica del Guadalajara- Cádiz, Chele y Maite llegaban casi finalizando el primer tiempo y una semana después, estoy esperando ochenta minutos que comience el partido! Eso sí, como en el Pedro Escartín, volvimos a perder con un penalti en el descuento. Y no empezamos mal, pues hasta el minuto 30 podríamos haber sentenciado, pues además del gol de Villar, que lleva la friolera de doce, tuvimos ocasiones clarísimas para encarrilar el encuentro. Pero como estaba cantado, en un centro sin demasiado peligro, Alejandro “canta por soleares”, se le escapa el balón, dejando el empate a placer. ¡Y pudo ser peor!, pues en otro error de nuestro cancerbero, regala inexplicablemente el esférico a un rival y gracias al cuestionado Belforti no se convierte en el segundo gol algecireño, al sacarla bajo palos.

Tras el descanso llego la debacle, pues el buen fútbol desplegado en la primera parte, debió quedarse el vestuario rojiblanco, ya que nos volvieron a mostrar a un equipo sin ideas, muy defensivo y sin aprovechar la lentitud de los centrales locales, con los pases entre líneas que en la primera mitad estaban creando un sinfín de oportunidades.

Segundo tiempo soso, sin brillantez y sin apenas ocasiones… hasta la última jugada del partido, cuando pasaban tres minutos de añadido, cuando Ceballos cometía un derribo muy claro dentro del área y con ello el penalti. El Algeciras aprovecho el regalo y con el 2-1, el colegiado pitaba el final. Ellos celebraban el triunfo como si de una final se tratase y nosotros nos íbamos con la sensación de que o mucho cambia esto o el año que viene volveremos a visitar el Nuevo Mirador en Segunda B.

Jose Luis